domingo, 27 de septiembre de 2009

El sauce llorón



El sauce llorón tuvo momentos de jolgorio.
Fue durante la infancia de las carmelitas descalzas.
Lo usaban de escondite
para jugar con los salesianos
de la vereda de enfrente.
Había un hueco en el tronco del árbol
que servía de aguantadero
para cuando el amor los llamaba a la acción.
Pasó el tiempo.
Las carmelitas ya usaban tacos altos
y los salesianos se dedicaron a otros juegos.
Pero el amor seguía esperándolos
en el mismo lugar de siempre.
El hueco del árbol quedó vacío...
Y el sauce desde entonces no deja de llorar.
Esas gotas que salpican
a todo el que se le arrima,
son el desborde de su corazón,
nadando solitario
en un mar de gente.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Agujeros


Era el olvido o el rencor.
La memoria sólo conseguía enrojecer su odio acumulado.
No pudo lograr esa transformación
que el tiempo suele provocar ,
y mutar el deseo de venganza, en sed de justicia.
Fue un crimen por encargo,
con muchos culpables y pocos condenados.
Cuando al fin , el mentor del horror estuvo en el banquillo,
pudo respirar, tomar aire,
y sacar el veneno que empalidecía su sangre.
Le sopló la oreja y le dijo :
"Ahora el muerto sos vos".
Y le clavó 30 agujas en el cerebro,
una por cada año que debió esperar para verlo ahí sentado.
Cabe aclarar que esas agujas eran parte del pacto con el juez,
y permanecerían clavadas allí
durante todo el tiempo que durara la condena.
El veredicto fue unánime : cadena perpetua.
Su cabeza escupía cualquier líquido que ingería
por cada uno de los 30 agujeros que el castigo le originó .
Y así fue que el genocida murió de sed.
Aunque muchos dicen que el blanqueo de su mente
le paralizó el corazón .
Los asesinos mueren de cobardía .

sábado, 12 de septiembre de 2009

Limpieza


El día que respire
aroma a eucaliptos,
se evaporarán
todas las alergias.
El día que un pinar
brote de las raíces del cemento,
se destaparán
todas las ollas.
Y más de uno querrá
hacer un pozo en la tierra
para hundir su cabeza.
No cualquiera resiste
la transparencia.